CANAL DE ISABEL II, S.A.

Canal de Isabel II Gestión es la sociedad anónima responsable del ciclo integral del agua en la Comunidad de Madrid.
El objetivo de la empresa es el de garantizar a todos sus clientes el suministro de agua, en cantidad y calidad, y contribuir activamente a la protección y mejora del medio ambiente en beneficio de toda la sociedad. Para ello, sus más de dos mil trescientos trabajadores cumplen su cometido con la máxima eficiencia, haciendo uso de la tecnología más moderna. Esto permite a la empresa situarse en una posición puntera y líder en su sector a escala internacional.
El agua de Madrid es un lujo, pero no siempre fue así. Si a Carlos III le debemos el primer sistema de alcantarillado de la capital, a la reina Isabel II el primer sistema de abastecimiento de agua potable de la ciudad.
En los comienzos del siglo XIX los madrileños se abastecían gracias a las fuentes en las calles, a los aguadores y al legado árabe y sus “viajes de agua”, unas pequeñas galerías subterráneas que transportaban el agua y que se desarrollaron especialmente en las zonas de Fuencarral, Chamartín y Canillejas.
Pero todo esto no era suficiente para hidratar a una ciudad que contaba en aquella época con más de 200.000 habitantes. Por este motivo se decidió traer el agua del Lozoya a la capital. Así, el 24 de junio de 1858, Isabel II y todos los madrileños vieron como el agua serrana brotaba por una fuente en la Glorieta de San Bernardo, para poco después, en 1859 comenzar a disfrutar del sistema de abastecimiento del Canal.
El primer tramo original de esta obra de ingeniería tenía un total de 76 kilómetros y unía el embalse del Pontón de la Oliva, situado en la sierra, con la ciudad. Este embalse se construyó para albergar el agua del Lozoya y supuso el comienzo de este gran proyecto. Situado muy cerca de la localidad de Patones de Abajo, el agua se escapaba de la presa debido al terreno en el que se levantó. Actualmente en desuso, esta presa es la más antigua de la Comunidad de Madrid y fue construida por presos, entre 1851 y 1857, y hoy es un rincón que por su belleza bien merece ser visitado.
Ya en 1935, debido a la gran expansión de la ciudad hacia el norte, se decidió construir el depósito elevado de hormigón situado en la Plaza de Castilla. Tras el parón de la Guerra, en 1939, se reanudó su construcción y en 1941 comenzó a funcionar.
Hoy el depósito elevado pertenece a la historia de Madrid y con sus casi 40 metros de altura reivindica su lugar entre la nueva arquitectura de la capital. Rodeado de amplios jardines, junto a él se encuentra el edificio de la Antigua Estación Elevadora de Aguas, y donde antes se bombeaba agua ahora es punto de encuentro con la cultura y sede de la Fundación Canal.